martes, 10 de diciembre de 2013

UNIDAD 1.
CONCEPTOS BASICOS.
1. LA FERTILIZACION ORGANICA

Se puede definir fertilización ecológica como las técnicas que se emplean para nutrir tanto a la planta como al suelo que la sustenta, para mantener y fomentar la fertilidad de este conjunto.
Hoy en día estas partes se han separado para su explotación individual, lo que no favorece ni a la agricultura, porque se tiene que buscar otros medios alternativos de abonado; ni tampoco a la ganadería, que no obtiene suficientes productos naturales como medio de alimento.
A pesar de ser importante la ganadería para la fertilización del suelo, no es el único método que se emplea, ya que se pueden aplicar diversas técnicas para garantizar una buena cosecha cuidando el conjunto de la planta y el suelo, como son las distintas técnicas de fertilización, laboreo del suelo y cubiertas del mismo.
Hay muchas técnicas para conseguir una fertilización ecológica, algunos ejemplos comunes son:
  • Mediante aportes de materia orgánica, como estiércol o compost para proporcionar nutrientes y mejorar la estructura del suelo.
  • Con abonos verdes, es decir, cultivos dedicados a ser enterrados como abono.
  • Mediante aportes minerales que proceden del propio entorno, como es el polvo de rocas molidas.
  • Con preparados vegetales a partir de maceraciones de plantas o extractos de algas.
  • Con organismos vivos, como bacterias de raíces de otras plantas, que proporcionan nutrientes y fomentan la descomposición de la materia orgánica.
Pero no hay que olvidar el tratado del suelo para que las técnicas anteriores sean más efectivas. El laboreo consiste en el tratado del suelo para sacar todo su potencial y así la planta pueda aprovecharlo para su desarrollo.
Se pueden emplear, entre otros, métodos como
  • el volteado de la tierra, pero hay que tener en cuenta en no hacerlo de manera brusca, mezclando los horizontes del suelo, o
  • airear el suelo, pero sin profundizar demasiado en él.
Ante todo hay que procurar que el suelo no quede desnudo, ya que conlleva un riesgo de erosión y degradación del mismo. Para ello basta con protegerlo con cubiertas, con el propio cultivo o incluso con la vegetación viva del terreno, aunque también se puede emplear paja, compost o piedras. Todo lo anteriormente comentado es muy importante porque un abonado desequilibrado puede traer consecuencias muy negativas para las plantas, modificando su bioquímica y afectando a los consumidores de las mismas.
Como ejemplo se pone el abuso de abonos nitrogenados, que puede producir una disminución del contenido de los ácidos esenciales en las proteínas de la planta, dando como consecuencia la formación de agentes cancerígenos; se puede producir un aumento del contenido de nitratos o una disminución de la capacidad de la conservación y la resistencia a los parásitos, efecto muy negativo ya que una plaga puede acabar con toda una cosecha en un tiempo muy corto.
El ser humano como ser biológico mantiene su vida gracias a sus procesos alimenticos, tomados a partir de la disponibilidad de alimentos dentro de su entorno.
Antiguamente la agricultura y la ganadería formaban un conjunto inseparable en su desarrollo, ya que la primera proporcionaba alimento a la segunda y ésta daba una fuente de abono a la primera.
Debemos recordar que las primeras civilizaciones se acentaron en las orillas de Ríos cuyos suelos de sus deltas eran fuertemente fértiles (Civilizaciones celtas y egipcias 10.000 años A.C en los Ríos Éufrates y Tigris), inicios de las primeras civilizaciones humanas, cultivaron en esos llanos trigo y otras especies comestibles vegetales, fuentes de sostenimiento social.
Podemos decir de lo anterior que el hombre desde épocas muy antiguas debe su existencia a la producción y consumo de los alimentos. Desde ese entonces el hombre no ha dejado de cultivar, día a día la población humana a nivel mundial crece en cantidades impresionantes, hemos pasado en los últimos 250 años, de 1.000.000.000 millones de personas a 7.000.000.000 millones de habitantes al comienzo del siglo XXI. Esta progresión positiva en la población humana es lo que hace desarrollar técnicas cada vez más eficaces con la finalidad de obtener mejoras en los cultivos de variedades dedicadas a la alimentación humana.

Pero no solo es el aumento de la población en si lo que determina esto, sino que existen otros factores actualmente que hacen pensar al hombre, lograr una actividad rural sostenible y limpia, que logre unas producciones que sean mejores para el entorno y de hecho para los equilibrios ecológicos.

Hoy día, el ser humano está reconociendo los errores presentados al implementar técnicas de cultivos basados en el suministro de productos químicos, llámense insecticidas, herbicidas o fertilizantes químicos, que fueron administrados bajo técnicas de producción denominados monocultivos. Sobre todo basados en los procesos de Industrialización de los países desarrollados como USA, antigua URSS, y los países Europeos, que exportaron tales técnicas y metodologías a países como Colombia y los demás países de América Latina y a otros del tercer mundo en Asia y África en las anteriores décadas de los años 60 del siglo XX, llamada como “la época de la revolución verde”, revolución que terminó por acabar la fertilidad de varios suelos por la intromisión de agentes químicos. (Por ej. Los suelos del antiguo Armero y Lérida Tolima, que en otra época fueron tierras dedicadas a cultivos de algodón y de arroz) hoy día son casi declaradas tierras desérticas. Ante el ejemplo de la situación anterior y otros muchos no solo en Colombia sino en otros países de América Latina, es importante y urgente, cambiar los conceptos educativos con lo que se refiere a la formación de técnicos, tecnólogos y profesionales dedicados a la implementación de sistemas de producción agrícola.
Las Universidades, poco a poco están introduciendo dentro de los programas educativos, la asignatura denominada AGROECOLOGIA, que enseña a los nuevos profesionales del agro, obtener cultivos limpios, con la utilización de la Nueva Biotecnología y de los fertilizantes ecológicos.

Los fertilizante ecológicos, son todas aquellas prácticas de cultivos realizadas por los antiguos en el pasado (Sin uso de los abonos químicos), más bien incorporando al suelo de los cultivos los conocidos abonos orgánicos.

Los abonos orgánicos se pueden obtener mucho más fácilmente y a un costo menor para el productor con prácticas tan sencillas, como utilizar el estiércol de los animales presentes en la finca, los desechos de cosechas, siembra de especies de leguminosas, que pueden devolver los nutrientes al suelo. También se pueden incorporar minerales provenientes de fuentes naturales. En lo que refiere a las investigaciones de Biotecnología, hay que destacar los controladores biológicos que reemplazan los insecticidas, sin perjudicar el entorno ecológico del cultivo.

Las medidas son sencillas, pero requieren de una capacitación técnica para lograr implementar estas metodologías satisfactoriamente, Como ejemplo podemos citar la realización de un adecuado compostaje, cuyo proceso de formación debe cumplir con cierta técnica y siguiendo un protocolo metodológico para alcanzar el producto deseado.
La productividad de las tierras de cultivo está muy ligada a su equilibrio en materias orgánicas. Además de mantener los suelos en condiciones físicas adecuadas, la materia orgánica les aporta la mayor parte de las reservas de nitrógeno y otros nutrientes también necesarios, como el fósforo, azufre, potasio, oligoelementos, etc. Los abonos orgánicos se han venido utilizando desde la antigüedad.
Si los vegetales cultivados no se recogieran y se dejaran descomponer en la superficie, esos restos orgánicos aportarían a los suelos los nutrientes que pierden durante el desarrollo de los cultivos. Por ello, cuando se realiza la recolección es necesario compensar la pérdida con abonos, o rotar los cultivos para permitir su recuperación.
Un sistema natural de aportar nitrógeno a los suelos es cultivando leguminosas; estas especies poseen unas bacterias simbióticas en las raíces que se alimentan de la propia planta, y que a cambio fijan el nitrógeno en el suelo. El nitrógeno favorece el desarrollo de las partes herbáceas de las plantas, aportándoles vigorosidad y un sano color verde oscuro.
Igualmente, una vez recogido el fruto es conveniente enterrar las plantas en el mismo lugar para que la descomposición realice un aporte mayor de nitrógeno; existen algunas excepciones, como los troncos de los coles y coliflores, los cuales es mejor destruirlos por ser una posible fuente de enfermedades cuando entran en descomposición.
Hasta épocas muy recientes, era muy común en las zonas rurales utilizar los estiércoles procedentes de los animales domésticos para fertilizar las tierras de labor, esta era una forma absolutamente racional de entregar a los suelos nutrientes orgánicos, pues los estiércoles no son más que excrementos sólidos y líquidos de los animales mezclados con los residuos vegetales que les sirven de cama.
Esta práctica se encuentra cada vez más en desuso, sobre todo por la mecanización agrícola que va apartando a los animales domésticos de las labores del campo; en la actualidad es cada vez más anacrónica la existencia de animales de tiro para realizar trabajos de arado o transporte, que han sido desplazados por tractores y máquinas cosechadoras.
2. EL SUELO
Los suelos están formados por cuatro com­ponentes básicos: minerales, aire, agua y materia orgánica. En la mayoría de sue­los, los minerales representan alrededor de 45% del volumen total, agua y aire cerca de 25% cada uno, y materia orgánica entre 2% y 5%. La porción mineral consiste en tres distintos tamaños de partículas clasificadas como arena, limo, y arcilla. La arena es la partícula más grande que se puede consid­erar como suelo.
La arena es por mayor parte el mineral cuarzo, aunque otros minerales también están presentes. El cuarzo no contiene nutri­entes para las plantas, y la arena no puede sostener nutrientes—estos se lavan fácil­mente con la lluvia. Las partículas de limo son mucho más pequeñas que las de arena, pero tal como ésta, limo es casi todo de cuarzo. La partícula más pequeña es la de arcilla. Las arcillas son partículas muy dife­rentes a las de arena o limo y la mayoría de los tipos de arcilla contienen cantidades apreciables de nutrientes para las plantas. La arcilla tiene una gran área de superficie en forma de plato resultado de cada partícula individual. Los suelos arenosos son menos productivos que los de limo, mientras que los que contienen arcilla son los más produc­tivos y usan fertilizantes más efectivamente.
LA TEXTURA DEL SUELO.
Se refiere a las por­ciones relativas de arena, limo y arcilla. Un suelo franco, o marga, contiene estos tres tipos de partículas en partes iguales aproxi­madamente. Una marga arenosa es una mez­cla que contiene una gran cantidad de arena y menos cantidad de arcilla, mientras que una marga arcillosa contiene grandes canti­dades de arcilla y menos cantidad de arena.
LA ESTRUCTURA DEL SUELO.

Es distinta a su tex­tura. Estructura se refiere a como se aglom­eran o a la “reunión” de arena, limo y arcilla en terrones secundarios mayores. Si se toma un puñado de tierra, es aparente la buena estruc­tura cuando se deshace fácilmente en la mano. Esta es una indicación de que las partículas de arena, limo y arcilla están reunidas en gránu­los o migajas grandes.
Tanto la textura como la estructura determi­nan el espacio de poros para la circulación de aire y agua, resistencia a la erosión, sol­tura, facilidad para ararse y penetración de las raíces. Aunque la estructura está relacio­nada a los minerales en el suelo y no cambia con las actividades agrícolas, la estructura se puede mejorar o destruir fácilmente con la selección y duración de prácticas agrícolas.
LA IMPORTANCIA DE LOS ORGANISMOS DEL SUELO
Una hectárea de capa de suelo superior, fértil y viva, contiene aproximadamente 900 libras de lombrices, 2,400 libras de hongos, 1,500 libras de bacterias, 133 libras de protozoos, 890 libras de artrópodos y algas e incluso a veces pequeños mamíferos (Pimentel 1995). Por lo tanto, el suelo se debe mirar como una comunidad viviente más que como un cuerpo inerte.
La materia orgánica del suelo también con­tiene organismos muertos, materia vegetal, y otros materiales orgánicos en varias etapas de descomposición. Humus, la materia orgánica oscura en los estados finales de descom­posición, es relativamente estable. Tanto la materia orgánica como el humus sirven de reserva de nutrientes para plantas y proveen otros beneficios.


El tipo de suelo viviente saludable que se requiere para soportar al hombre ahora y más adelante, en el futuro deberá ser bal­anceado en nutrientes y de alto contenido de humus con una gran diversidad de organis­mos de suelo. Producirá plantas saludables con mínima presión de malezas, enferme­dades e insectos. Para lograr esto, trabajare­mos con los procesos naturales y las funcio­nes óptimas para sustentar nuestros terrenos agrícolas.
Cuando se considera el paisaje natural uno se pregunta cómo funcionan las praderas y los bosques nativos en la ausencia de labranza y fertilizantes. Estos suelos son labrados por los organismos del suelo, no por máquinas. También se fertilizan, pero los fertilizantes se usan una y otra vez y nunca salen del sitio. Los suelos nativos están cubiertos por una capa de deshechos de plantas o por plantas en crecimiento todo el año.

Bajo la superficie de esta capa de deshechos, un rico complejo de organismos del suelo descompone los residuos y las raíces muer­tas de las plantas, y luego suelta los nutri­entes guardados lentamente a través del tiempo. En realidad, la capa superior del suelo, es la parte más diversa de la tierra. (USDA 1998). Los organismos que viven en el suelo sueltan minerales, convirtién­dolos en formas usables por las plantas, y estos son entonces absorbidos por las plan­tas que crecen en el sitio. Los organismos reciclan nutrientes una y otra vez con la muerte y pudrición de cada nueva gener­ación de plantas.
Hay gran diferencia de tipos de organismos que viven en o sobre la capa superior del suelo. Cada uno tiene un papel que jugar. Estos organismos trabajarán para el ben­eficio del agricultor si sólo nos preocupa­mos de que sobrevivan. Por consiguiente, nos podemos referir a estos como el ganado del suelo. Mientras una gran variedad de organismos contribuyen a la fertilidad de la tierra, las lombrices de tierra, artrópodos y varios microorganismos merecen atención particular.

Los Organismos del Suelo y la Calidad del Suelo: Las investigaciones acerca de la vida en el suelo han determinado que hay proporciones ideales para ciertos organismos claves en suelos productivos.

Todos estos organismos — desde la pequeñísima bacteria a las más grandes lombrices de tierra e insectos — actúan en una multitud de maneras en el sistema ecológico del suelo.

Los organismos que no están directamente involucrados en descomponer desechos de plantas se pueden alimentar de aquellos o de los productos de desecho de éstos u otras sustancias que liberan. Entre las sustancias liberadas por los varios microbios hay vita­minas, aminoácidos, azúcares, antibióticos, gomas y ceras.

Las raíces también pueden liberar en el suelo varias sustancias que estimulan los microorganismos del suelo. Estas sustan­cias sirven como alimento a organismos selectos. Algunos científicos y practicantes teorizan que las plantas usan estos medios para estimular las poblaciones específicas de microorganismos capaces de liberar o de otra manera producir el tipo de nutrientes necesarios para su consumo.

Las investigaciones acerca de la vida en el suelo han determinado que hay proporciones ideales para ciertos organismos en tierras de alta producción. Los suelos se examinan y se hace recomendaciones de fertilidad basadas en este cono­cimiento. La meta es alterar la composición de la comunidad microbiana del suelo para que se parezca a la de suelos altamente fértil y productivo.
3. FERTILIZACION EDAFICA ORGANICA
Las plantas como seres vivos que son, nacen, crecen, se reproducen y mueren. De una semilla o una parte de planta, se desarrolla un nuevo individuo, que crece de manera diferente según la especie; rápido (rabanos) y lentamente y por muchos años (palmeras); que florece en algunas especies solo una vez (frijol) y en otras muchas veces (guayaba); que producen sus frutos y en algún momento mueren.

Las plantas están relacionadas íntimamente con el medio que les rodea: aire, suelo, agua, aves y mamíferos, microorganismos, minerales, materia orgánica, energ.as de la tierra, y de allí en muchas formas van obteniendo los elementos y la energía necesarias para su normal crecimiento y desarrollo.

A diferencia de los animales que pueden trasladarse de un lugar a otro, las plantas deben obtener lo necesario en el lugar donde nacieron, para ello cuentan con raíces que penetran ampliamente el suelo, pero también, con las hojas en contacto con el aire y la humedad, además de innumerables seres microscópicos que se asocian a ellas en todas sus partes, contribuyendo al intercambio de elementos nutritivos con el medio que las rodea.

En la naturaleza se conocen hasta ahora 109 elementos químicos de origen natural en estado sólido, líquido. Dependiendo como se junten y organicen estos elementos, van generando las diferentes sustancias y compuestos que dan forma a los numerosos organismos de la naturaleza; son como ladrillos que dependiendo de c.mo se junten unos con otros y de la cantidad y forma, es que crean diferentes tipos de construcciones.

El suelo cumple un papel muy importante en el desarrollo y composición de las plantas porque dependiendo de su estado .estas podrán tomar los elementos que necesitan para nutrirse. Por los poros del suelo circulan aire y agua; en el se encuentran buena parte de los nutrientes requeridos para su .óptimo desarrollo.

ALGUNOS ELEMENTOS NUTRITIVOS Y SUS FUNCIONES

Cada nutriente tiene funciones específicas en los diferentes organismos de los que están formando parte. Veamos algunos ejemplos para el caso de las plantas; que para efectos prácticos los vamos a dividir en macronutrientes y micronutrientes.

MACRONUTRIENTES
Son aquellos que las plantas consumen en mayor cantidad.

  • Nitrógeno (N)
De todos los nutrientes el Nitrógeno es el que se observe en mayor cantidad, siendo el principal elemento que compone las prote.nas. El Nitrógeno forma los aminoácidos y varios aminoácidos cuando se unen, forman las proteínas. Es importante e indispensable para todos los órganos de la planta ya que es este el que promueve el crecimiento. Un exceso de Nitrógeno disminuye la resistencia de las plantas.

  • Potasio (K)
Es el segundo nutriente absorbido por las plantas. El Potasio es el elemento que más fácilmente es lavado del suelo por el agua a través del suelo, proceso que se conoce como lixiviación. El Potasio ayuda en la formación de azúcares y proteínas, controla la absorción y pérdida de agua por la planta, pues regula el cierre y apertura de los poros en las hojas de las plantas (estomas). Cuando el aire esta. Caliente y seco se cierren los poros, evitando la pérdida de agua. Es fundamental para la absorción de otros nutrientes. Aumenta la resistencia de las plantas contra plagas y enfermedades.

  • Fósforo (P)
El fósforo es poco exigido por las plantas, sin embargo es usado en mayores cantidades en los abonos por que los suelos son pobres en fósforo y este se fija muy rápido en el suelo (o sea, queda en condiciones que la planta no puede absorber del suelo). Se aplica en mayor cantidad para que de un 10% - 20% sea utilizado por la planta. Una forma de desprenderlo y disponerlo nuevamente del suelo es a través de la siembra de abonos verdes (leguminosas), cuyas raíces buscan el Fósforo donde otras plantas no lo consiguen. El fósforo aumenta la producción y mejora la calidad de los productos (estimula el crecimiento de las ra.ces, semillas y frutos); fortalece la planta contra los efectos de la sequía y el frío, almacenando energía dentro de esta. Su deficiencia produce granos arrugados.

  • Calcio (Ca)
Es indispensable para todas las plantas. El calcio actúa en la formación de las células, promoviendo la absorción de agua aumentando la elasticidad y permeabilidad de la pared celular y consecuentemente la resistencia de las plantas y frutos al pudre. La mayor o menor presencia de calcio en los suelos hace posible que la planta pueda absorber otros minerales, ya que regula la acidez del suelo o pH.

  • Magnesio (Mg)
El Magnesio es importante para la fotosíntesis, es a través de este que las plantas usan la luz del sol para producir su energía (fuerza de producción). También ayuda a otros elementos como el Fósforo en su trabajo dentro de la planta.

  • Azufre (S)
Ayuda en la formación de proteínas que forman parte de los granos. Las raíces de muchas leguminosas (frijol común, soya, frijol terciopelo y otros frijoles) se asocian con algunas bacterias (esta relación se conoce como simbiosis), facilitando de esta manera la captura del Nitrógeno del aire para las plantas.

MICRONUTRIENTES
Son aquellos que las plantas consumen en menor cantidad, pero por eso no son menos importantes para el desarrollo de las plantas.

  • Boro (B)
Es importante en la formación del polen y en el crecimiento del embrión. Aumenta la resistencia física de las plantas tornando las hojas y ramas más rígidas. Un ataque de insectos es mayor cuando hay deficiencia de Boro.

  • Molibdeno (Mo)
Su deficiencia en los suelos es bastante común, a pesar de ser utilizado en pequeñas cantidades por las plantas. Los síntomas de deficiencia la mayoría de las veces son confundidos con los de otros nutrientes o enfermedades. El Molibdeno mejora el desarrollo de las ra.ces, también es importante para la fijación de nitrógeno en las plantas por las bacterias. Junto con el Fósforo, Magnesio, y/o Potasio, ayudan en la formación de proteínas.

  • Zinc (Zn)
Este interviene en el desarrollo de las partes jóvenes de las plantas y en la producción de hormonas de crecimiento.

  • Hierro (Fe)
Interviene de forma decisiva en la formación de la clorofila que realiza la fotosíntesis (parte verde). También aumenta el aprovechamiento de otros nutrientes por la planta.

  • Manganeso (Mn)
Aumenta la resistencia de las plantas a plagas, enfermedades y variaciones climáticas. Funciona como activador en la formación de vitaminas en la planta. Acelera la germinación, mejora el aroma y sabor de los frutos, mejora el desarrollo de ra.ces y el aprovechamiento de otros nutrientes.

  • Cobre (Cu)
Aumenta la resistencia de las plantas a plagas, enfermedades y sequía. El Cobre juntamente con el Hierro y Magnesio ayudan en la formación de la clorofila y actúa también en la formación de proteínas.

  • Cloro (Cl)
Este es indispensable para un buen aprovechamiento de los macronutrientes.

  • Cobalto (Co)
Este ayuda en la fotosíntesis y en la fijación de Nitrógeno por las leguminosas.

LA DEFICIENCIA DE ELEMENTOS EN LAS PLANTAS

Tanto el exceso de nutrientes, como la falta de estos, tienen efectos directos sobre el desarrollo de las plantas. Veamos en el siguiente cuadro algunos síntomas presentados en las plantas debido a deficiencias de algunos nutrientes:

NUTRIENTE DEFICIENTE Y SÍNTOMAS GENERALES

Nitrógeno: Planta delgada, débil, hojas amarillentas uniformemente y hojas más viejas muertas.

Fósforo: Planta raquítica, maduración tardía de los frutos, granos arrugados, hojas oscuras y a  veces arrolladas.

Potasio: Manchas claras, amarillas o pardas en las hojas y márgenes secos, pecíolos finos y débiles.

Calcio: Hojas y rebrotes nuevos deformados.
              
Magnesio: Color de yema de huevo o rojizo entre las nervaduras de las hojas viejas, se curvean y son fácilmente arrancadas.     

Azufre: Hojas nuevas pálidas, a veces con manchas secas y colores rojizos.

Boro: Hojas de las puntas deformadas; muerte de la yema apical de la planta, donde                 pueden aparecer brotes muertos; oscurecimiento de la cabeza o en el interior de  hortalizas como la coliflor.   En frutales se desarrollan una escoba de bruja. En tomate provoca un superbrotamiento lateral
           
Cobre: Hojas de las puntas marchitas, sin manchas, dificultad del tallo para permanecer erecto (hacia arriba).
 
Zinc: Hojas pequeñas, a veces retorcidas, con manchas amarillentas, encortamiento de los entrenudos de la planta.
           
Manganeso: Aparece en hojas nuevas una red gruesa de nervaduras sobre un fondo amarillento. Las hojas tienen pequeñas manchas.

SÍNTESIS Y TRANSFORMACIÓN DE PROTEINAS

Las plantas toman del aire, suelo y agua los nutrientes necesarios para formar sus tejidos y órganos. Este proceso de formación de órganos y tejidos en las plantas ocurre gracias a un proceso llamado fotosíntesis.

FOTOSINTESIS
Es la capacidad que tienen las plantas de elaborar sus propios alimentos a partir de la energía solar y de elementos primarios como carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno, y de los microelementos que toman del suelo principalmente; los procesan transformándolos en azúcares, grasas, carbohidratos, y proteínas mediante la acción de la clorofila (sustancia verde de las plantas).

Los alimentos formados a través de la Fotosíntesis se acumulan en los órganos de las plantas: hojas (repollo, culantro), tallos (caña, palmito), raíces (camote, yuca, maní), tubérculos (ñame, malanga, tiquizque), flores (itabo, coliflor) frutos (guayaba, aguacate, maíz) y granos (maíz, frijol, soya), gracias a la capacidad que tienen las plantas de formar proteínas.
A este proceso de formación de proteínas se le conoce como PROTEOSINTESIS. De igual forma, la planta tiene la capacidad de desarrollar el proceso inverso; o sea, desintegrar prote.nas en sustancias simples y a esto se le llama PROTEOLISIS.

PROTEOSINTESIS
En el proceso mediante el cual las plata utiliza macro y microelementos en cantidad y diversidad suficientes, así como sustancias orgánicas complejas para formar prote.nas y que a su vez forman los  órganos de las plantas.

PROTEOLISIS
Es el proceso mediante el cual las plantas degradan las prote.nas en sus componentes básicos, o sea en aminoácidos, los cuales son sustancias simples. La proteólisis normalmente se da cuando la planta o un tejido están muriendo. Como consecuencia hay acumulación de azucares simples, nitrógeno libre y aminoácidos en los tejidos.

Un insecto o un microorganismo llega a una planta porque, no tienen la capacidad de alimentarse de proteínas, necesitan sustancias simples, tales como sales minerales y  azúcares simples, dado que ellos no pueden hacer esas sustancias complejas. Como ellos no pueden hacer proteólisis (no tienen estómagos capaces de degradar y digerir proteínas y compuestos complejos), buscan entonces el momento en que las plantas han degradado las prote.nas en sustancias más simples para alimentarse de ellas.
Por su lado, los hongos y virus carecen de reservas propias de alimento, de modo que necesitan la savia o tejidos donde están acumuladas las sustancias nutritivas para reproducirse. Estas sustancias en estado más simple se encuentran en la planta en diferentes momentos de su vida:

- Cuando germinan las semillas y están en pleno crecimiento y desarrollo
- Cuando se inicia la floración
- Cuando están en fructificación
- Cuando la planta o sus órganos llegan a la etapa de vejez
Así  también condiciones de tipo climático difíciles pueden favorecer la presencia de

Sustancias simples como:
- Limitada o excesiva luminosidad
- Exceso de agua
- Sequía
- Deficiencia de nutrientes

Por el contrario, condiciones climáticas óptimas o favorables, favorecen el proceso de formación de proteínas a partir del uso eficiente de los nutrientes, por lo tanto las plantas serán fuertes, al estar formadas por sustancias complejas que insectos o microorganismos no pueden transformar en su alimento.

Cuando una planta pierde el equilibrio entre la fabricación de proteínas y la descomposición de estas, es cuando se presenta la acumulación de sustancias en la savia haciendo atractivas las plantas para los insectos, hongos, bacterias o virus. Si la planta está equilibrada y las sustancias simples son transformadas en sustancias complejas, los insectos no pueden comerlas, no ven en ellas alimento.

Los insectos saben donde hay comida porque las plantas no pueden desplazarse de lugar para escoger su comida; ellas toman de su entorno lo que haya según su disponibilidad. Por ejemplo si hay un exceso de nitrógeno soluble, ellas no pueden regular su ingreso a la planta, este pasa y se acumula en sus tejidos. Los animales buscan el alimento guiado por la vista y el olfato; se pueden desplazar y pueden buscar lo que apetecen, a menos que los seres humanos se lo impidan. Los insectos se guían por señales de naturaleza olfativa o gustativa o por estímulos nutricionales; ellos detectan donde está la comida que pueden comer, sustancias solubles: sales minerales, azúcares simples, aminoácidos libres, lípidos, y otras sustancias.

Cuando una planta está equilibradamente alimentada, el proceso de PROTEOSINTESIS va utilizando todas las sustancias simples, al no haber sobrantes de estas en la savia o en los tejidos, los insectos no detectan esta planta; no la identifican como comida.
Cuando se rompe el equilibrio del medio, se afecta el suelo, se cambia la diversidad por monocultivo, se aplican agroquímicos, el desbalance del medio afecta a la planta la cual se alimenta mal; hay acumulación de sustancias simples que no son sintetizadas; a las hojas, tallos y ra.ces llegan los insectos, hongos, bacterias, nematodos y demás organismos vivos que habitan en forma natural en el medio.

Un suelo débil es:
* Un suelo sin humus, que es un producto de la materia orgánica.
* Un suelo sin vida microscópica.
* Un suelo con excesivo laboreo y mecanización.
* Un suelo con aplicaciones masivas de sales solubles (fertilizantes químicos).
* Un suelo intoxicado con venenos.


La debilidad de una planta es lo que la hace fácil presa de los insectos y enfermedades. Esta debilidad puede presentarse en cualquier etapa de la vida de la planta y por factores varios, todos relacionados con el desequilibrio:

 Germinación: Se afecta por exceso de salinidad o de nitrógeno soluble y por falta de micronutrientes, humus u hormonas vegetales naturales.

 Desarrollo inicial: Por exceso de nitrógeno o cualquier otro elemento soluble en suelos con bajo poder de equilibrio. Por exposición a factores ambientales desfavorables que afecten la fotosíntesis. Por aplicación de herbicidas que afectan la fotosíntesis.

 Floración: Factores ambientales estresantes que act.an sobre la fotosíntesis y la capacidad de asimilación: viento fuerte, lluvia torrencial, frío o calor excesivos. Aplicación de nitrógeno soluble o deficiencias de microelementos.

 Desarrollo de frutos: Problemas ambientales como cambio de clima (lluvias, sequía). Deficiencias nutricionales de potasio (K), calcio (Ca), Magnesio (Mg), boro (B).

Periodo de dormancia: Podas mal ejecutadas que desequilibran la relación C/N causan insolación, baja capacidad de producción de hojas, baja fotosíntesis.

 Cosecha y mal almacenamiento: Cuando el producto se cosecha, este entra en una fase de degeneración (maduración), por lo tanto el contenido de agua, aminoácidos, azúcares, nitrógeno libre, la constitución y estado general de los tejidos, proveen la resistencia o susceptibilidad a los hongos, bacterias y microorganismos en general que hay en el ambiente y consecuentemente su conservación.

ALGUNAS TECNICAS DE MANEJO QUE AFECTAN LOS CULTIVOS

Algunas técnicas agrícolas de manejo mal aplicadas pueden afectar la salud de las plantas, del mismo modo como el cultivarlas en lugares equivocados.
Algunas prácticas agrícolas inadecuadas son:

Suelos desprotegidos: En el trópico por la riqueza de energía solar que llega, se necesita mucha protección sobre el suelo ya que este recibe directamente los rayos solares; se calienta mucho en el día y se enfría en la noche. En zonas lluviosas la protección del suelo también se hace necesaria y en zonas de ladera la protección es aun más importante.

Sembrar en suelos que de antemano se saben son pobres: Suelos compactos, con pocos nutrientes (pobres), con poca actividad de microorganismos o con poca materia orgánica, disminuyen la capacidad de las plantas de escoger y absorber los nutrientes, por lo tanto se perjudica la proteosìntesis y se favorece la acumulación de sustancias simples.

El monocultivo: Hace que el suelo se vaya empobreciendo de determinados nutrientes que la planta consume, si no se le retornan. En contraste la diversidad es lo que mantiene el equilibrio.

Inadecuado uso de herramientas: El laboreo excesivo del suelo, destruye la estructura, invierte las capas y afecta la vida que allí existe.

Aplicación de fertilizantes químicos altamente solubles: En cantidades inadecuadas, hace que la planta se desequilibre internamente por exceso. Por ejemplo, la .rea solo aporta nitrógeno, la fórmula 15-15-15 aporta 3 nutrientes (N, P, K) y la cal principalmente calcio; si se aplica más de lo que necesita la planta, estos elementos impiden la absorción de otros quedando con un doble desequilibrio; exceso de unos y escasez de otros.
Aplicación de herbicidas: Estos son los agroquímicos más nocivos, debido a su poder inhibidor de enzimas (tanto en la planta como en el suelo), además de destruir los microorganismos del suelo.

Aplicación de venenos: Muchos ingredientes activos de los venenos afectan la tasa de asimilación del carbono, induciendo procesos de proteólisis, lo que hace la planta sensible a ataques.

Riego: Excesivo o desequilibrado genera presencia de pulgones y .caro s, igualmente la falta de agua evita la absorción de los nutrientes necesarios e inhibe los procesos propias del funcionamiento de las plantas.

Desyerbas mal hechas: Si se cortan ra.ces peque.as, se acelera la respiración de las plantas, se pierde capacidad de asimilación y las plantas se hacen susceptibles al ataque de hongos e insectos.

Podas mal hechas o realizadas en momentos inoportunos: En general tiene que ver con todos los daños físicos (heridas, cortes, etc.), que se le hacen a la planta, ya que estos provocan un desequilibrio interno.
Las plantas afectadas se ven en la necesidad de reparar ese daño y lo hacen mediante la formación de un tejido calloso (cicatriz), lo cual requiere de nutrientes adicionales (extraídos del suelo y el aire o de otros .órganos o partes de la planta misma).
Condiciones de clima adversas (luz, temperatura, humedad, viento):
La falta de luz afecta la fotosíntesis, falta o exceso de humedad causa desequilibrio en las plantas ya que es a través de .ésta que se trasladan los nutrientes en las plantas. El viento aumenta la transpiración de las plantas, lo que provoca pérdida de agua por parte de ésta: La temperatura adecuada también es importante para el buen funcionamiento de las plantas.

Mala elección de especies o variedades de las plantas (genética):
Esto tiene que ver con la adaptación de las especies a diferentes condiciones de clima y altitud y con su conformación genética. Especies o variedades sembradas en el lugar óptimo al cual están adaptadas, tendrán una mayor capacidad de absorber nutrientes y una mayor capacidad de hacer fotosíntesis y por lo tanto de proteosintesis. Por el contrario, si las especies o variedades no están bien adaptadas el funcionamiento de esta no es el óptimo. Un caso es el cultivo de especies o variedades de altura en regiones de bajura.
4. FERTILIZACIÓN FOLIAR ORGANICA
DESCRIPCIÓN
La fertilización foliar, también llamada epigea, no radical, extra radical, etc., es un método por el cual se le aportan nutrientes a las plantas a través de las hojas, básicamente en disoluciones acuosas, con el fin de complementar la fertilización realizada al suelo, o bien, para corregir deficiencias específicas en el mismo período de desarrollo del cultivo.
Fisiológicamente todos los nutrientes pueden ser absorbidos vía foliar con mayor o menor velocidad, en diferentes oportunidades. Esto es de tal modo así, que teóricamente la nutrición completa de la planta podría ser satisfecha vía foliar. Esto en la práctica no es posible, por el alto costo del elevado número de aplicaciones que sería necesario realizar para satisfacer el total de requerimientos.
Antes de comenzar a hablar de las características de la fertilización foliar, cabe destacar el concepto de “fertilizantes”. Se define como fertilizantes los productos naturales orgánicos o minerales inorgánicos que contienen a lo menos algunos de los tres elementos principales: nitrógeno, fósforo y potasio, pudiendo contener, además, otros elementos nutritivos (Domínguez Vivancos, Alonso. Tratado de fertilización - 3ª ed. - 1997 - 613p).
EN QUÉ CONSISTE LA FERTILIZACIÓN FOLIAR
La fertilización foliar es un complemento de una buena fertilización de base realizada al suelo, entendiendo por esto la aplicación de nitrógeno, fósforo, azufre y calcio. Su utilización es estratégica, y orientada a suplir deficiencias durante momentos específicos en el ciclo de los cultivos buscando mejorar tanto la calidad como su rendimiento.

Por lo general estos productos aportan nutrientes requeridos por los vegetales en muy baja cantidad; estos nutrientes se denominan micronutrientes encontrándose en este grupo el molibdeno, cobre, cobalto, manganeso, zinc, entre otros
Cuando se busca productividad en un cultivo, en muchas oportunidades se tiene que enfrentar a hechos, como el empobrecimiento del suelo por determinadas prácticas de cultivo, mayores densidades de siembra, mejora de variedades, contaminación del suelo y agua por exceso de fertilizantes, etc.
De los factores que regulan el desarrollo y rendimiento de las plantas, la nutrición de las mismas, el más importante. La escasez de elementos esenciales,  tradicionalmente se ha resuelto con la adición de sales minerales al suelo. Hasta hace unos años esto era suficiente, pero en la actualidad se ha hecho necesario buscar nuevos productos y desarrollar otras técnicas de aplicación a fin de mejorar la productividad. Una de las técnicas más difundidas y que ha alcanzado gran auge en muchos países en la nutrición de los cultivos es la “Fertilización Foliar”.
PRINCIPIO DE LA NUTRICIÓN FOLIAR
Entre especies existen diferencias relacionadas principalmente influenciadas por el grado de cutinización, lignificación de las hojas y morfología:
A mayor cutinización, lignificación y presencia de ceras en la hoja, existe menor facilidad de absorción. Por ejemplo en Cebolla (Allium cepa) el alto grado de cutinización y la forma cilíndrica de la hoja es un factor muy limitante a manejar en una práctica de aspersión foliar, mientras que las hojas de fríjol (Pasheolum vulgaris) con una mayor área foliar y menor grado de cutinización permite una mayor absorción, aun, respecto a especies de la misma familia como arveja que presenta una menor área foliar y mayor grado de cutinización.
La aplicación foliar de nutrimentos es afectada por el estado de desarrollo de la planta. Las hojas jóvenes de algunas variedades tienen mayor capacidad de absorción de elementos deficitarios en su desarrollo, debido al menor espesor de la cutícula.

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La hoja, como tercer órgano de las plantas superiores después de la raíz y el tallo, es utilizada esencialmente para los procesos de fotosíntesis y transpiración. La hoja es una lámina de forma plana justamente para estos dos propósitos. Está conformada en su parte superior por un parénquima, y en el envés, por un mesófilo esponjoso y tejido vascular en forma de espina que cumplen funciones de asimilación.
La entrada de las soluciones foliares a las plantas, no se realizan a través de los estomas, como se ha creído, considerando su apertura y la cantidad, sería lo ideal, pero hay que analizar otra situación relacionada con las paredes celulares del cuerpo del mismo, el poro central y los espacios aéreos se encuentran siempre recubiertos con una gruesa cutícula. No obstante la cutina exhibe una alta tensión superficial que impide la entrada de cualquier solución acuosa al interior de los poros estomáticos. Además, los poros se encuentran llenos de gas que el agua no puede desplazar. La tensión superficial se podría disminuir con la adición de detergentes y así forzar a penetrar los espacios, pero los daños fisiológicos serían muy graves, específicamente sobre los cloroplastos.
Aún cuando los estomas estén plenamente abiertos, estos no son una vía de entrada para las soluciones foliares. Lo ideal es que la solución nutritiva este en mayor contacto en función de tiempo con la superficie de la hoja se logra la eficiencia del proceso, una vez que las sustancias logran penetrar la cutícula, llegan al exterior de la membrana citoplasmática, y logran pasar a través de ella - o sea, al interior de la célula - mediante un proceso activo, es decir acopladas a sustancias acarreadoras.
Estructuras involucradas en la absorción foliar de nutrientes y solutos. Adaptado de Marshner (1999).
- El paso de soluciones mediante poros hidrofílicos es más frecuente y depende del índice de área foliar de la especie cultivada (> 2 m2.m-2 suelo), ejemplo rosa > clavel).

- En la absorción foliar existe mayor facilidad con el paso de iones principalmente de cargas positivas en la siguiente secuencia K+> NH4+>Mg+2>Zn+2>Cu+2> Fe+2> Mn+2, factores que dependen del radio iónico, valencia y retención en los espacios intercelulares.

- Otra característica de los poros hidrofílicos (relacionados con espacios intercelulares) es que se encuentran alineados con cargas negativas, lo cual en ocasiones puede generar un fenómeno de retención iónica, por ello es aconsejable la acomplejamiento mediante compuestos de bajo peso molecular como los citratos o aminoácidos en el transporte de Fe, Ca, Mg, Zn y Cu.
- El transporte inicial a través de las membranas dependen de la difusión, es decir del gradiente de concentración, donde la absorción al simplasto es más aplicable para cationes tipo K, Mg, o moléculas como la urea y el ácido bórico.

- Por otro lado los aminoácidos esenciales entran por difusión facilitada ya que en la planta generalmente se comportan como aniones, los cuales pueden generar un efecto “transfer” o transportador de cationes principalmente Cu, K, Mg, Fe; con especial afinidad entre el Cu y la histidina (Figura 2).
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Figura 2. Efecto transfer de los aminoácidos y movimiento de cationes a través de las membranas plasmáticas de las plantas.
OPORTUNIDAD DE LA APLICACIÓN FOLIAR

Una de las variables importantes a determinar en la fertilización foliar, es la oportunidad de la aplicación de la solución nutritiva. La mejor oportunidad  para la aplicación de un determinado nutriente va a coincidir con el período de máxima absorción del mismo. Por ello, para identificar esta mejor oportunidad, un buen indicador es la tasa de absorción diaria de los nutrientes durante el período de desarrollo del cultivo.

Existen períodos bien definidos  en los cuales se intensifica  la demanda de nutrientes. Así, la demanda de nitrógeno es mayor en el período en que el cultivo presenta la más alta tasa de crecimiento y en menor grado en la floración y fructificación.
La demanda de fósforo se hace más intensa en el período de mayor crecimiento de la raíz y en el momento de la floración. En el caso del potasio, la mayor demanda corresponde a los estados fisiológicos de producción, tuberización, llenado de granos, cuajado, llenado de frutos, translocación y acumulación de azúcares y almidones.
CARACTERÍSTICAS DE LA FERTILIZACIÓN FOLIAR.
Factores relacionados con la planta e implicaciones prácticas en el manejo de fertilización foliar. Fenología, estado nutricional y movilidad de nutrientes

En general, el proceso de absorción de nutrimentos ocurre a través de inversión de energía metabólica y por tanto dependiendo del estado fenológico del cultivo y del nutrimento en particular, podría darse el caso de que la respuesta a su aplicación dependa de condiciones muy particulares de la planta y por ello sea necesario conocer la curva de exportación de nutrimentos a las diferentes secciones de las plantas y así definir con propiedad un programa de fertilización integrado donde se incluya la fertilización vía foliar (Segura, 2002).
La planta presenta una capacidad de autorregular la absorción de nutrientes de acuerdo a su estado nutricional, etapa fenológica y además este mecanismo está regulada por la movilidad del elemento que depende de sus propiedades iónicas y de los mecanismos de transporte y descarga al floema.
Elementos, como el nitrógeno (amonio), potasio, el magnesio y el fosfato, son muy móviles y se redistribuyen eficazmente en el floema pero hay que superar las barreras de absorción foliar, donde el fosfato entra en desventaja, mientras las respuestas de N, K y Mg son más eficientes.
La absorción de nutrimentos está relacionada con la capacidad de intercambio catiónico en la hoja, y la valencia del ión que influye este intercambio.
En relación a la movilidad partiendo del sitio de la hoja de aplicación, se observa poco desplazamiento de algunos elementos como el Ca y menores. Esto sugiere la necesidad de realizar una buena cobertura cuando se pulverizan plantas especialmente con elementos como Zn, Fe, Mn, B y dirigido a estructuras nuevas (Boareto, 2007).

La aplicación foliar de nutrientes inmóviles (B, Zn, Ca, Fe, S, Mn), incrementa la absorción de nutrientes por las raíces, porque la mayoría promueven la fotosíntesis y procesos de división celular en ápices.
La absorción de fósforo (P) es regulada por el estado nutricional de la planta, es decir, la planta absorbe más nutriente si éste se encuentra en deficiencia. (Romheld y El-Fouly, 2003). Además se observa un efecto de ión acompañante con NH4 +, aumentando su velocidad de absorción y movilidad, por ello se requiere aplicaciones foliares de P con urea o sulfato de amonio.
La absorción de hierro (Fe) no está regulada por el estado nutricional de la planta y requiere de un paso intermedio de reducción mediante substancias reductoras en el apoplasto de la hoja y posible efecto de la luz (Romheld y El-Fouly, 2003).

En épocas adversas se acrecienta las deficiencias, disminución del área foliar y clorosis principalmente del Fe y Zn, los cuales se acumula en las venas por la baja absorción al simplasto debido al incremento del pH en el xilema y fluidos apoplásticos. Efecto originado por stress hídrico, salino, sequía entre otros (Romheld y El-Fouly, 2003).

El Ca, B y Mn presentan una movilidad restringida en el floema para la mayoría de especies y su absorción depende principalmente de la corriente transpiratoria y condiciones ambientales adversas, por ello su aplicación foliar debe ser para contrarrestar estas épocas y dirigidas frecuentemente a los sitios de crecimiento y estructuras productivas.

Cuando en las plantas aparecen síntomas visibles con deficiencia severa de Fe, Mn y Zn, las aplicaciones externas de estos elementos realizan una corrección temporal solo en los brotes nuevos, de tal manera que es necesario realizar aspersiones frecuentes y con un buen cubrimiento en los renuevos, además de corregir la baja oferta edáfica.

Elementos como el azufre, cobre y zinc, tienen una movilidad variable en el floema y el movimiento de estos a nivel foliar se relacionada con el movimiento del nitrógeno (Salas, 2002), por ello el manejo de fuentes nitrogenadas favorece su absorción.
Desde el punto de vista de optimizar la fertilización foliar lo más aconsejable es cuando los requerimientos por nutrientes son los más elevados y la absorción desde la solución del suelo se encuentra restringida por alguna causa. La fertilización foliar propone que la planta cuenta con una suficiente proporción de follaje, si esto no fuese posible, sólo habrá que depender del abastecimiento llevado a cabo por parte de las raíces.
La intensidad de absorción es muy limitada precisamente por las barreras que se oponen. Por ello, no resulta factible nutrir a las plantas con todas sus necesidades de nutrientes vía follaje. Sin embargo, comparada con la absorción de nutrientes a través de la raíz, es mucho más rápida y efectiva, al menos cuando se trata de elementos menores, y en casos excepcionales, también de elementos mayores, cuando estos se encuentran en el suelo en muy bajas concentraciones.
El abastecimiento de los principales nutrientes requeridos como el nitrógeno, fósforo y potasio es más económico y efectivo vía aplicación del suelo. Sin embargo, la aplicación foliar ha demostrado ser un excelente método para abastecer los requerimientos de calcio, de nutrientes secundarios - magnesio y azufre - y de micronutrientes - zinc, hierro, cobre, manganeso, boro y molibdeno -, mientras que suplementa los requerimientos de N-P-K requeridos en los períodos de estado de crecimiento crítico del cultivo. Primero, la nutrición foliar tiene la finalidad de retrasar los procesos de senescencia natural. La nutrición foliar se dirige a los estados de crecimiento cuando disminuye la velocidad de la fotosíntesis y ocurre una baja absorción de nutrientes vía raíces, en función de ayudar a la translocación de nutrientes hacia la semilla, fruto tubérculo o crecimiento vegetativo.
La velocidad de absorción foliar de los diferentes nutrientes es variable. El potasio, los elementos secundarios y los micronutrientes, se absorben en períodos de horas hasta un día. El único nutriente cuya velocidad de absorción es más lenta es el fósforo. Este concepto es importante, porque quiere decir que si llueve algunas horas después de la fertilización foliar, la cantidad de nutrientes que puede lavarse es mínima.
LAS VENTAJAS DE LA FERTILIZACIÓN FOLIAR
- Uno de los principales beneficios de la práctica es poder aplicar los nutrientes directamente sobre el cultivo, al no depositarse en el suelo, se elimina la posibilidad de que dentro del mismo existan interacciones físico-químicas que dificulten la utilización por parte del vegetal.
- Permite aplicar cantidades muy pequeñas de nutrientes en forma uniforme; esto es especialmente importante para aquellos nutrientes requeridos en bajas proporciones por el vegetal, y que si se aplicasen al suelo de manera convencional nos podrían generar problemas de toxicidad por exceso.
- Permite aportar nutrientes en momentos claves, incorporándose directamente al cultivo sin depender de los mecanismos de absorción radicular y quedando inmediatamente disponibles para su utilización.
- La eficiencia de aprovechamiento por parte del cultivo es muy alta.
- Pueden utilizarse en combinación con otros productos preventivos como insecticidas y fungicidas (salvo excepciones en los cuales los productos contengan hongos).
- Permite una rápida utilización de los nutrientes, corrigiendo deficiencias en corto plazo, lo cual muchas veces no es posible mediante la fertilización del suelo.
- Permite el aporte de nutrientes cuando existen problemas de fijación en el suelo (En particular la fertilización foliar promueve la fijación de nitrógeno (N2) por leguminosas en suelos calizos y salinos
- Es la mejor manera de aportar micronutrientes a los cultivos. Los macronutrientes, como se requieren en grandes cantidades, presentan la limitación que la dosis de aplicación no puede ser tan elevada. La aplicación de micronutrientes que se requiere en pequeñas cantidades, se adecua perfectamente junto con la aplicación complementaria de macronutrientes.
-Ayuda a mantener la actividad fotosintética de las hojas. (Ayuda a la regeneración de cloroplastos, por lo que permite corregir clorosis y un reverdecimiento de las hojas en muchos cultivos tras la adición foliar de micronutrientes).
-Estimula la absorción de nutriente. La fertilización foliar con dosis aún bajas de nutrientes, además de su acción nutritiva, tiene el efecto parcialmente estimulante de los procesos productivos de las plantas, estimulando el crecimiento y su capacidad asimilante, lo cual se manifiesta en una mayor absorción de nutrientes y mejor rendimiento en la cosecha.
Un novedoso papel de la fertilización foliar, y de gran importancia en nuestra agricultura es la regulación de la eficacia hídrica.
Las desventajas están incentivadas con el uso de fertilizantes inorgánicos, que permiten fácilmente la fitotoxicidad.

CUÁNDO SE DEBE FERTILIZAR

El concepto de fertilización foliar no debe considerarse en forma aislada, es una herramienta más de manejo para maximizar la capacidad productiva de nuestros cultivos. Para que esta práctica de resultados satisfactorios debemos contar con una adecuada disponibilidad de nutrientes en el suelo aportados de ser necesario por una fertilización de base que aporte cantidades adecuadas de fósforo, nitrógeno y azufre fundamentalmente. En estas condiciones, los productos de aplicación foliar aportarán aquellos factores de crecimiento que posibiliten incrementar los niveles de producción.

Factores relacionados con el ambiente e implicaciones prácticas en el manejo de la fertilización foliar

Temperaturas ambientales entre 18 a 20 ºC favorecen más la absorción foliar de nutrientes, atribuido a una menor fluidez en la matriz de las cutículas y a un incremento en la tasa de difusión de solutos a través de ella, mientras a temperaturas extremas (> 30 – 35 ºC) se inhibe la toma activa de nutrientes por la disminución en la producción de ATP, además que a bajas temperaturas existe menor solubilidad de los nutrientes y menor permeabilidad de las membranas.

La luz ejerce sobre la nutrición mineral un efecto indirecto, el incremento de la iluminación produce un aumento de las reservas carbonadas y de la transpiración, por lo que la absorción mineral foliar tiende a intensificarse.

En general, el incremento de la humedad relativa tiene un efecto positivo sobre la absorción foliar de nutrimentos debido a su efecto sobre el espesor de la lamina de agua sobre la hoja, permitiendo de esta manera mantener los solutos aplicados en solución y con ello facilitando su penetración en las hojas, por el contrario una aplicación que se realice en horas calurosas donde la humedad relativa sea muy baja, tiene el riesgo de provocar quemaduras en el caso de que la concentración de la solución sea alta o moderada, esto como resultado de un rápido secado de la solución pobre la superficie de la hoja.

La mayor humedad relativa favorece la hidratación de la cutícula y por ende la absorción de nutrientes foliares, este fenómeno puede variar dentro del día, por ello la aplicación foliar en las primeras horas de la mañana es más eficiente.

Todas los factores edáficos adversos y baja disponibilidad de nutrientes (sequía, inundación, salinidad, toxicidad, acidez, lavado, fijación entre otros) favorecen las respuestas en las aplicaciones foliares por que afectan directamente la absorción a través de la raíz, por ello se deben considerar en la selección del nutriente a manejar y la tecnología de aplicación.

El conocimiento de la tecnología de aplicación se relaciona con todas las prácticas necesarias para contrarrestar de alguna forma limitante de absorción foliar determinados por la planta, el ambiente y su relación con la práctica de llevar la solución a la hoja o estructuras (frutos) para la posterior asimilación de los nutrientes o sustancias, a continuación se relacionan algunos criterios en el manejo de soluciones, formulaciones o aditivos.

Se debe manejar una solución foliar de aspersión ácida para aniones y ligeramente ácida para cationes debido a que la condición química del apoplasto es definitiva para su absorción (pH 5-5,5), esto se consigue con ácidos débiles como los citratos, no utilizar ácidos fuertes tipo ácido fosfórico o nítrico que disminuyan la solución final a pH menores a 4,0 porque pueden generar quemazón en las hojas por solubilidad de elementos tóxicos e hidrólisis acida de los componentes de la mezcla.

Uso de iones acompañantes N-P, N-Zn, N-K. La combinación de Nitrógeno con Zinc es excelente para fomentar elongación de tallos y hojas, y la mezcla de estos elementos con giberelinas promueve de manera rápida y efectiva una aceleración e intensidad en el crecimiento vegetativo.

Las sales simples son absorbidas más rápidamente y son más económicos; también presentan algunas desventajas como quemaduras de hoja, baja estabilidad en la mezcla de tanque y una menor habilidad de ser transportados por el vehículo hacia la planta que los quelatos o complejos orgánicos. De tal manera que al seleccionar una fuente debe existir un equilibrio entre estabilidad de la mezcla, transporte y absorción.

Es importante tener cuidado con las fuentes foliares con base en cloruros por la sensibilidad de este elemento a algunos cultivos (flores, banano, cítricos, aguacate, lechuga); por dosis altas o soluciones distribuidas desuniformemente, las cuales causan manchas necróticas en hojas, flores o frutos. Generalmente formulaciones de alta concentración mayor a 300 g/L de micronutrientes (Zn, Ca, Mn) son con base en cloruros.

Es deseable acceder a la información sobre el pH en solución al 10% de los productos fertilizantes foliares, las constantes de producto de solubilidad y del efecto del ión acompañante para evitar la formación de precipitados, principalmente con las fuentes de Ca, Mg, S, P y fuentes de reacción básica como hidróxidos de potasio, fosfatos de potasio y octoboratos o boratos de sodio o potasio con microelementos metálicos.



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